Y llegó como llega siempre...

En efecto, llegó como llega siempre. Pero hoy no hablamos de la Semana Santa o del Viernes de Dolores. Hoy hablamos de lo más temido y menos deseado por todos los cofrades, la lluvia.

Cuando todos nos aferrábamos a algunas páginas webs que pronosticaban un guiño de la meteorología en el que la borrasca no tocaría nuestra localidad, ha llegado casi de repente una fuerte lluvia acompañada de fenómenos tormentosos.

Ahora más que nunca consultamos internet y nos pegamos a la televisión para ver los pronósticos del tiempo en todas las cadenas que podemos, comprobando lo inevitable, lo ineludible, una amarga realidad en la que los mapas y previsiones nos avocan a unos primeros días de la semana de llantos y abrazos amargos.

Pero no está todo perdido. No es por casualidad que muchos cofrades llamemos a la Semana Santa, la semana de los milagros. Debemos aferrarnos a la esperanza que solo tenemos los creyentes y que nos permite creer en lo imposible. Creer en que Jesús y su Santa Madre quieran pasearse un año más por las calles de Chiclana.

| Redacción: Francisco José Morales Aleu | #Fran_J_Morales |

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