Si relacionamos las palabras Repostería y Cuaresma, no es de extrañar que se nos vengan a la mente dulces y postres como por ejemplo los roscos de Semana Santam, las torrijas o el arroz con leche. Unos productos que han endulzado muchos momentos cofrades vividos por todos nosotros, ya sean esos ratos después de unos cultos o esos momentos de descanso en el montaje de los pasos o si noque le pregunten a los costaleros la energía (y la sed) que puede dar un roso debajo de las trabajaderas. Dulces tradicionales que se ajustan a recetas ancestrales y que se han ido transmitiendo de padres a hijos a lo largo de generaciones. Y es que como las torrijas de mamá...
Pero el otro día, buceando por esos grandes mares informativos que ofrece internet, me topé con algo que me sorprendió por su originalidad. Se trataba de una tarta o al menos el remate de la misma con una forma que a todos nos resultará muy familiar, ya que se trataba de la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia de la vecina localidad de San Fernando.
Inmediatamente me puse en contacto con su autora, que bajo la firma comercial de "Tartitas Valeska" se dedica a la elaboración de tartas utilizando en su cobertura "fondant" con el que da forma a las figuras que posteriormente ella misma policroma empleando distintos colorantes alimenticios.
A pesar de ser el primer encargo que recibe de este tipo, hay que reconocer que está bastante logrado la figura del Señor de la Humildad y Paciencia.
Por si a alguien le ha suscitado curiosidad, les dejo el enlace hacia su página de Facebook, donde pueden ver trabajos de diverso tipo y a buen seguro veremos muy pronto más "tartas cofrades".
Habrá cofrades que no estén demasiado de acuerdo en que se realice una tarta con la imagen fruto de su devoción, pero otros verán en estos pasteles una forma original de celebrar un cumpleaños muy cofrade o ¿por qué no? de ponerle la guinda, nunca mejor dicho, a alguno de los numerosos actos que se celebrarán durante esta Cuaresma.
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